miércoles, 9 de diciembre de 2009

Y ahora ¿dónde estamos?

El Aleti acabó bajando la cabeza ante el Oporto



Parecía que salíamos del infierno y que pasábamos de largo al lado de las ánimas del purgatorio, pero después de la despedida de la Champions, ¿dónde está el Aleti? Si hacemos caso a lo de los últimos partidos de liga, estamos camino de la esperanza, pero si nos fijamos en lo del Oporto, estamos preparándonos una amplia habitación en el infierno, con vistas a las calderas de Pedro Botero, donde puede que pasemos una larga temporada.

El desastre fue general, porque aunque hubo quien intentó más de lo que pudo se vio enfangado por la desidia e incapacidad del compañero. Bien es verdad que sin hacer nada absolutamente, en el primer tiempo se pudieron hacer tres o cuatro goles, porque la defensa portuguesa era una verdadera verbena, pero si hablamos de defensas verbeneras, la del Aleti empequeñece a todas. Como en los “mejores” tiempos, a la primera de cambio se encontró Bruno Alves abandonado en el área de Asenjo y no tuvo más remedio que marcar el primero. Bueno, no pasaba nada, estábamos empezando, se podía reaccionar. Pero antes del cuarto de hora ya teníamos el segundo en la talega. Vale que Asenjo quizás podría haber amarrado el balón, pero es ya es ley el que cada balón muerto ante la portería del Aleti lo remata el contrario.

En el centro del campo fue Assunçao el que se multiplicó por toda la zona ancha, pero tanto restaba Cléber que hacía que el centro del campo casi no existiera, o mejor dicho, no mandaba. Los otros dos supuestos centrocampistas, Maxi y Simão, andaban por allí. El primero perdido sin rumbo y lento, sobre todo a la hora de rematar a puerta, y el segundo llegando siempre tarde a todos los pases que iban dirigidos a su zona.

Forlán y Agüero no tuvieron su día, pero es que jugando como lo hizo el Aleti es muy difícil que la delantera tenga su día. Forlán lo intentó con más o menos acierto, y al contrario de lo que3 parece que desea Quique, en más de una ocasión tuvo que salir de su demarcación para ir a buscar el balón. ¿Y el Kun? El Kun se reventó a correr improductivamente, especialmente por la banda izquierda, poniendo balones con peligro en el área portuguesa, pero claro, ni él, ni Forlán estaban para rematar porque estaban aplicados en otras tareas. Y los que si estaban, cuando estaban, eran Maxi y Simão, que unas veces no llegaban a l remate por milímetros y otras se entretenían tanto con el balón que le daba tiempo a llegar hasta el cojo como decíamos en el cole.

Incluso Quique parecía estar en otra cosa. El mensaje recibido en el descanso, cuando se perdía 0-2, no era muy esperanzador. Para arreglar el descalabro se pusieron a calentar Pernía y Antonio López, para ver si remontábamos. Y si en el primer tiempo el desastre se podía achacar en parte al caos de la defensa, en la continuación el desmadre llegó a todo el mundo. La salida de Reyes no remedió nada, a pesar de que el sevillano lo intentó, cosa habitual en los últimos tiempos, y Jurado sigue siendo ese artista incomprendido al que no entiende ni él mismo. Exquisito en el toque, aunque a veces el balón vaya peligrosamente a pies del contrario, con una idea del pase imposible que resulta eso, imposible, y esa abulia que desquicia al más templado.

Y ahora a lo que era la UEFA y que aunque le laven la cara seguirá siendo la UEFA. Pero aprovechando que llegan las Navidades, quiero recordar que son fechas para ser generoso y por eso yo propongo que el Aleti sea el primero en esto y que haga un lote regalo compuesto por Pablo, Perea, Valera, Cléber, Maxi y algún candidato más que se pueda apuntar, como puede ser el mismo Jurado, que después de la gran temporada en Mallorca, ha sido marcharse él y ponerse el equipo en los puestos de arriba. ¡Qué cosas!

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