miércoles, 28 de octubre de 2009

Día feliz, gana el Aleti y … enhorabuena al Alcorcón


Un entrenador que da instrucciones


Ayer por fin ganamos un partido y además fuera de casa. Estamos de acuerdo en que era contra un segunda “B”, aunque como quedó claro en otros campos, esto también tiene su mérito. No voy a entrar en lo ocurrido a otros equipos en Alcorcón, porque seguro que lo de ayer fue un accidente y seguro que podrán remontar el resultado; que no se nos olvide que es el mejor equipo del mundo, el que mejor plantilla tiene, el equipo de las remontadas y el único capaz de meter miedo al Barcelona, quien después de Ganar Liga, Copa y Champions se encuentra inmerso en una terrible crisis, van los primeros en liga, mantienen todas sus esperanzas en Champions y Copa del Rey y casi no han fichado a nadie. El Barça casi se tiene que limitar a tirar de la cantera y conformarse con Xavi, Iniesta, Messi, Busquets, Bojan, Piqué, Puyol y Valdés y unos envejecidos Henry, Alves, Touré o Ibrahimovic. Que pena me da del “mal momento” del Barcelona y que envidia de las “glorias” del Madrid.

Nosotros por el momento sólo podemos esperar a ver el resultado de la experiencia Quique Sánchez Flores. A priori no sé si saldrá bien, mal o regular, aunque mala pinta no tiene la cosa. Tiene un pasado blanco, blanquísimo, pero creo que si las cosas funcionan se le curará este síndrome viquingo y podremos hacer de él un atlético de bien. Esperemos que nos dé un resultado parecido al de los Zamora, Luis o Schuster, un trío de madridistas que se convirtió a la fe rojiblanca a base de triunfos y de títulos.

Ya me gustaría volver a ser el máximo rival de los merengues y no tener que conformarme con verles perder ante otros equipos, porque la verdad es que no hay mayor felicidad que verlos perder pero ante los de la camiseta rojiblanca. Lo otro es un pobre recurso del pataleo. ¿qué todos nos hemos sonreído con lo de Alcorcón o Milan, pues sí, para que negarlo, pero si de esas derrotas mi equipo saca tajada, pues para que más.

Por nuestra parte nosotros estamos iniciando el camino como si fuéramos un bebé de meses que está echando sus primeros pasitos, que posa el pie con desconfianza y sin seguridad, pero que si se resbala se levanta y sigue adelante. Yo no espero que de aquí en adelante ganemos todos los partidos, pero si que vayamos creciendo. Hasta ahora lo que le he escuchado al nuevo técnico del Aleti me ha parecido de conocer mejor el club y su historia que muchos jugadores y técnicos que le han precedido y por supuesto más que la actual directiva que se empeña en hacer al club pequeño, pobre y timorato.

El domingo tenemos la primera prueba con fuego real, el Athletic de Bilbao, un campo donde el Aleti ha librado muchas batallas y de dónde ha salido victorioso en muchas de ellas. A la vuelta de Bilbao nos veremos de nuevo y espero que sea con una sonrisa.

sábado, 24 de octubre de 2009

Han dimitido del fútbol


Hola Santi, adiós Santi
Abel defenestrado, Santi con un ataque de entrenador en mitad del sueño, Cerezo y Gil, el ala infernal, abucheados y los que mantenemos esto entre desesperados, cabreados e indignados. Todo esto se mezcla un poquito, se mete en el horno 90 minutos, se saca para dejarlo reposar y cuando nos disponíamos a saborearlo, gol del Mallorca. Ellos si que les ha salido bien el pastel, con nueve jugadores, un penalti fallado y con clarísimas ocasiones de empatar antes del tiempo reglamentario, al final nos han dado un tartazo en plena jeta. Ahora nos queda saber si Quique Sánchez Flores ha presentado ya la dimisión o no. Eso sí, si decide seguir adelante es digno de admiración.

El Aleti ha sido un monstruo sin cabeza en el que sus peones han corrido como locos, no en el sentido de correr mucho, que sí, si no en el sentido de correr sin criterio, sin sentido y para colmo no había nadie que les haya dirigido, ni que haya tomado decisiones que les hiciera coger confianza. Y me refiero a que si el equipo contrario se queda primero con diez y luego con nueve jugadores, no se puede mandar el mensaje del miedo a encajar un gol. Ya sorprendió la decisión de sacar a De Gea, ¿para qué? para crucificarle y para quemar a Asenjo. Es como si a nuestra novia la vemos hablar dos minutos con el pan y para darla en los morros nos vamos de copas con una ex novia. Pues al final nos ha salido cara la fiesta, porque ¿cómo explicamos a De Gea que fallar en un despeje que casi le cuesta un gol y fallar en el gol, que nos ha costado dos puntos, le puede pasar a cualquiera?¿Cómo explicarle a la gente que este portero es tan bueno como el que paró un penalti al Zaragoza?

El Atlético de Madrid salió con ganas, pero como las gaseosas la fuerza no le ha llegado casi ni a los veinte minutos. Maxi parecía que definitivamente salía de titular en una alineación del Aleti, lo mismo que Simao, los dos empezaban el partido al mismo tiempo que los demás. Antonio López parecía que había rejuvenecido, Ujfalusi dejaba pequeño a Garrincha, el centro del campo parecía que iba a mandar y la delantera que iba a renacer de sus cenizas. Pues no, nada de nada de nada. Uno corría por allí, otro marcaba con la mirada y sólo los intentos sin tino de Forlán y las galopadas de Agüero por la banda izquierda nos hacían pensar que se podía ganar y que el culpable era Abel. Pero no, la primera expulsión del Mallorca traía viejos fantasmas a los habituales del Manzanares y con la segunda y la actitud del equipo, los fantasmas ya se sentaban a nuestro lado a comentar el partido y a mofarse por lo que se nos venía encima. Jurado intentaba hacer su juegote pases con peligro, buenos si son hacia delante y para echarse a temblar si son para atrás, con el agravante de entregar el balón al contrario.

Uno cero, medio se dominaba el partido aunque no con demasiada fe y Reyes que tenía su oportunidad en casa, pero la cosa no acababa de verse clara. Ya parecía demasiada osadía y Santi que no pudo aguantar más y decide tirar de Cléber Santana. El miedo se hizo presente y en quince minutos se preparó y se consumó la tragedia. Errores de colegio en la defensa, los nervios que se apoderan de los jugadores y gol del Mallorca, pase a la desesperada al segundo palo, la defensa dando saltitos como si estuvieran en un baile de debutantas y empate en el minuto 91. El cuento de nunca acabar. Gritos contra la directiva y contra los jugadores, cabreo generalizado y el fatídico convencimiento de que esto no tiene remedio. Bueno sí, todo el mundo repetía que nada cambiará hasta que los dirigentes actuales se vayan para no volver, pero eso ya sabemos que no va a ser mañana mismo. Si esto se produce probablemente será después de la inauguración del nuevo estadio del Atlético de Madrid. Y no será porque tengan el capricho de cortar la cinta, ni de que quieran asegurarse que la obra va a quedar hecha un primor. Seguramente que serán otros intereses los que les hagan aguantar este bochorno domingo tras domingo.

jueves, 22 de octubre de 2009

El desplome era esto


Antonio López, tan perdido en Londres como los demás
¿Qué nada podía ir ya a peor? Pues sí, si algo puede empeorar, ten por seguro que lo hará. Eso es lo que le está pasando al Atlético de Madrid. Y lo peor es que no parece que esto se pueda remediar con un cambio de entrenador o con fichajes que, por otro lado, no creo que se vayan a hacer. El primer equipo y su deambular por los campos el mundo es la expresión más precisa de lo que hoy en día es el club. Unos empeñados en hacernos creer que este equipo es un equipo de segunda fila y otros empeñados en agarrarnos a un clavo ardiendo.

Desde hace ya demasiados años nos quieren convencer de que la mediocridad es una de las señas de identidad de este club y como es obvio, se confunden de cabo a rabo. Estos señores que van estirando la cuerda hasta no se que momento, aunque me lo imagino, quieren ir aguantando y aguantando, pero parece que la farsa ya no da para más. Estos mismos son los que confunden mediocridad con humildad y se olvidan del orgullo y sentido de la rebeldía que lleva dentro todo atlético, unos con unos toques más o menos marcados de pesimismo, pero que era la forma de reforzar esa rebeldía.

Parezco el abuelo cebolleta, pero es que para intentar comprender lo que ocurre hoy en el Aleti no queda más remedio que mirar atrás. A los tiempos en que el Barcelona o Madrid eran también poderosos, aunque no con tanta diferencia, y en los que un equipo como el nuestro con mucha gente de la casa y con dos o tres jugadores de mayor nivel, llegaban delante de cualquiera y le decían: ven aquí, que te espero. Y en ese aquí te espero había veces que ganábamos al Madrid en su campo, que se las poníamos tiesas al Barça o que nos plantábamos en una final dispuestos a ganarla. Habrá quien me diga que fulanito o menganito eran grandes jugadores y es verdad, pero tampoco me negará que esa categoría se la ganó con la camiseta a rayas rojas y blancas. O cuando llegaron al Manzanares los Panadero Díaz, Marcelino, Manolo, Eusebio (cualquiera de los dos), Juan Carlos, Julio Alberto y tantos otros, eran unas estrellas del fútbol mundial. No, pero todos ellos se hicieron con un sitio en el fútbol.

Ahora sólo podemos fichar jugadores que aparte de no ser esas figuras, tampoco tienen o la categoría o el carácter necesario para serlo aquí. Pero es que hoy en día el Aleti es el equipo más cómodo del mundo. Aquí puede fracasar todo el que quiera, porque “como el Aleti es así” todo vale. Esa frase tapa todos los posibles fracasos, como nadie sabe lo que pasa ahí dentro, ni jugadores, ni entrenadores parecen jugarse su prestigio. Cobran más o menos puntualmente, cobran más que en muchos otros equipos y si las cosas no marchan se van y a otra cosa. Y no hablemos de la escasa o nula progresión de los jugadores mientras están en nuestro club. Eso sí hay algunos casos que demuestran su incapacidad futbolística, pero que no acaban de marcharse nunca, se van y vuelven y vuelven y vuelven y no se acaban de ir, y si no ahí están los casos Varela y Cleber, y no se si también Jurado.

A lo mejor hay que definirse de una vez y echar mano de lo que tenemos en casa y pensar más en no descender y en empezar a reconstruir un club que ahora está en la ruina más absoluta. Pero esto tampoco nos lo pueden decir porque igual estos sesudos dirigentes piensan que la afición les dará la espalda y se marchará en estampida. ¡Señor, señor! Hasta en eso están equivocados. Si el aficionado se marcha es porque no pueda pagar los precios de los abonos y entradas, sobre todo cuando el abonado atlético, en muchos casos, tiene que pagar dos, tres o hasta cuatro abonos, porque esa es otra de las señas de identidad de nuestro club, que al Aleti acaba yendo toda la familia. Los padres envenenamos a nuestros hijos, a los sobrinos, a nuestra pareja y a todo el que se pone a tiro, porque el ser del Aleti es mucho más que ir al fútbol. Porque como dicen los clásicos, este equipo da pocas alegrías, pero cuando las da, las da muy gordas.

lunes, 19 de octubre de 2009

Siempre vamos tarde, para acabar haciendo el ridículo


Agüero, la imagen de la desesperación
Este es el sino del Aleti a día de hoy. ¿Qué podemos hacer? ¿Echamos al entrenador? ¿Echamos a los jugadores? ¿Echamos a la directiva, a la que por otro lado no hay quién eche?¿A quién echamos? Al final conseguirán que nos vayamos nosotros, los que sentimos vergüenza de tener un equipo indigno, acomodado en la vulgaridad y creyéndose que el Aleti es un equipo de segunda fila que no puede competir casi contra nadie.

Contra Osasuna se repitió el esquema de siempre, se sale a ver qué pasa, se tira el partido casi nada más empezar y cuando ya no hay remedio a correr, como los malos estudiantes que se vuelven locos haciendo chuletas el día antes del examen. Entonces sí, entonces parece que se sienten capaces de ganar a cualquiera pero no, así es muy difícil ganar un partido. Se crean ocasiones, se fallan y resulta que el fútbol nos trata demasiado mal. ¿Y cómo trata el Aleti al fútbol? ¿Cómo trata a los que cada lunes, miércoles o jueves tienen que ir al trabajo o ir al colegio sin poder sentirse orgullosos de sus colores?

Ahora el clavo ardiendo se llama o “cambiar de entrenador” o “fichajes de enero” Lo de cambiar de entrenador no sé si será la solución, habría que cambiar tantas cosas. Como por ejemplo el director deportivo que parece que si no tiene una chequera bien nutrida no es sabe fichar. ¿Cuántos jugadores ha fichado el Atlético de Madrid que hayan dado el salto de calidad que un director deportivo podría atisbar? ¿Varela? ¿Jurado? ¿Cléber? Pero parece que ahora o fichamos unos superfiguras o no hay nada que hacer, aunque si así fuera que más da, si en el Aleti se sufre el síndrome de “fichar para un puesto y colocarlo en otro”. Aún recuerdo cuando se fichó a Manolo y el líder de la radio de aquel momento se preguntaba que quién era ese tal Manolo que nadie conocía, o un tal Arteche que soportó la defensa durante años o Kilo, emblema del maltrato que un club puede dar a un jugador que dio todo lo que tenía por la camiseta rojiblanca. Otro caso es el de los prejubilados que no valían para otros, pero sí para el Aleti y que nos dieron un rendimiento más que aceptable como Landáburu, Schuster, Pantic o Penev. Sin hablar de los canteranos, destinados a ser maltratados hasta conseguir que se vayan. Como ejemplo muy claro está el de ese del Madrid que bate records y que parece tener más vigor, por ser delicados, que media plantilla nuestra. O el mismo Fernando Torres al que los directivos querían obligar a marcharse para quedar a salvo de las posibles iras del público por la salida del ídolo. Y aún quedan unos cuantos a los que desgraciadamente veremos triunfar con otra camiseta que no sea la del Atlético de Madrid, De Gea, Domínguez o Koke y Keko. Ah y que nadie espere caras nuevas para Navidad.

Después de todo esto, ¿a quién hay que echar? La cosa está complicada porque entre todos la mataron y ella sola se murió. A propósito, estamos buscando centrocampistas, mediapuntas y De las Cuevas volvió a marcar dos goles con el Sporting, que ya tiene mérito.

martes, 6 de octubre de 2009

Tenemos un equipo blando y pobre


Una de las noches heróicas del Aleti, el Celtic de Glasgow

El Aleti, ¿nuestra pasión o nuestra cruz? Ahora mismo se acerca más a una cruz que vamos sobrellevando como podemos y que deseamos que vuelva a convertirse en una pasión. El Aleti ahora mismo es un parásito de su pasado y gracias a eso los dirigentes siguen estirando la cuerda con eso de ponernos donde dicen que nos merecemos, y el aficionado sigue aguantando esperando volver a vivir los triunfos de ayer.

Pero el objetivo del club no puede ser el hecho de querer volver a ser el del doblete. Todos recordamos aquella temporada como un sueño hecho realidad, pero aquello se da una vez en la vida. La prueba de que ese modelo no sirve es que poco después el equipo se fue a segunda. ¿Quién lo iba a pensar? Pero sí, nos marchamos a segunda a pasar no un año, dos. Pero incluso entonces, y esa es la fuerza de nuestro club, el aficionado pensaba que eso nos podía valer para despertar, para empezar a construir el club desde cero y para en unos años ganar la Champions. Que lejos estábamos de la realidad que se nos venía encima.

Volviendo al año del Doblete, no es que tuviéramos un equipo duro, curtido en mil batallas y capaz de aguantar un hierro candente en el pecho sin emitir ni una queja. Teníamos una buena plantilla, sin locuras, cortita, pero en la que había varios jugadores que sabían jugar al fútbol y otros que sabían del juego del fútbol. Pongo algún ejemplo; entre los que sabían jugar al fútbol todo el mundo estará de acuerdo en los Pantic, Caminero, Geli o Kilo y entre los que entendían esto del fútbol estaban Solozábal o Simeone, que, como en el caso del argentino, era capaz de jugar como el mejor, marcar goles y ver que pasaba a su alrededor y utilizarlo en su favor, a favor del equipo. Estos jugadores, además de tener calidad, tenían carácter, y justamente por eso no era fácil manejarlos y el todopoderoso Radomir Antic prefirió prescindir de ellos. De esta forma él se aseguraba su paz personal, con un grupo al que podía mandar sin temor a ser replicado. Después todo el mundo recuerda como ese equipo fue incapaz de salvarse del descenso, como no pudo subir el primer año, como se convirtió en el hazmerreír de la liga española por la cantidad de partidos perdidos por encajar goles en el descuento, o como no conseguían entrar en Europa a pesar de contar con una plantilla de “garantías”.

Los atléticos con algo más de experiencia podemos recordar un equipo en el que jugara quien jugara, a parte de días que era mejor olvidar, eran duros, complicados de ganar e incluso se decía, dependiendo los años, que era muy difícil hacerles un gol. Hubo años en que el Aleti era uno de los que hacía mejor fútbol de Europa, era un equipo que cuando jugaba con los grandes se crecía, porque él era uno de los grandes. No iban con el miedo y complejo de inferioridad y de equipo pobre con que parecen ir ahora a jugar contra Barcelona, Madrid y ya hasta con el Sevilla, Villarreal, Valencia… Es que ya parece que nos dan miedo hasta los entrenamientos.

Durante décadas todo el que venía al Aleti, todo el que jugaba contra el Aleti y todos los que íbamos a ver al Aleti sabíamos a que jugaba. Aquel contragolpe que todos conocían y que los contrarios sufrían. Aquel Aleti que iba segundo en la liga y si perdía fuera de casa, al domingo siguiente tenían que aguantar la pitada del público que era tan buena o mejor afición que ahora, porque era exigente y a la vez entregada. No es que los tiempos pasados siempre sean mejores, pero en el caso de nuestro club parece más que evidente. Y lo peor es que por el camino que lleva la entidad, el pasado va a parecer todavía mejor.