martes, 15 de diciembre de 2009

¡Ya está bien!

Quique se desgañita dando órdenes a un equipo sordo
El día, no muy lejano, que empecé este blog, lo hacía con toda la ilusión que supone hablar de una de mis pasiones, mi Aleti. No quiero yo erigirme en el más atlético del mundo, pero lo que si estoy seguro es de que no hay nadie que lo sea más que yo. Este Aleti, que a mí y a muchísimos más nos hace sentirnos mejor cuando gana y que nos ha hecho sentirnos orgullosos desde la humildad del que sabemos que no es ni el equipo más rico del mundo, ni el que más portadas de prensa ocupa, ni el que mejor fútbol hace, pero para nosotros es el mejor.

Me gustaría dar mi parecer sobre el partido del Villarreal, pero es que no tengo ganas, no me apetece y hasta lo veo un poco absurdo, porque no creo que ya se trate de hablar de fútbol, se trata de hablar de un moribundo que nadie sabe lo que le está matando y que al mismo tiempo todo el mundo conoce su mal, pero al que no se sabe que medicina administrar. Parecía que Quique iba encontrando los hilos que poco a poco nos fueran a sacar del pozo, pero la cosa no podía resultar tan sencilla.

Este año parecía que ya teníamos portero, en el que yo personalmente sigo confiando, parecía que se iba a dar con la tecla que arreglara la defensa y hasta se creía que iba a haber un mayor compromiso en Maxi y Simão para construir un centro del campo más sólido. Y del Kun y Forlán sólo había que esperar que repitieran lo del año anterior. Pero todo ese castillo de naipes ha salido volando y en el mes de diciembre todavía estamos buscando la sota de copas, el rey y no se cuantas figuras y ases más.

Que seguro estaba el señor presidente y el señor consejero delegado de que no era necesario hacer más fichajes, que con lo que había sobraba. Pues ya ven en las que nos vemos. No les acaba de entrar en la cabeza que en junio, haga o no haga falta, hay que rascarse el bolsillo. Es como el que se compra un coche buenísimo, estupendo y comodísimo y cree que ahí se acaba todo. No hombre, hay que hacerle su revisión todos los años, cambiarle las ruedas, cambiar el aceite y si se tercia, quitarle los raspones de la puerta de atrás. Pues el Aleti se compró el coche, pero no se le ocurrió pasarse por el taller a tiempo y ahora nos damos cuenta de que nos faltan piezas y no nos queda otra que ir a buscarlas a un desguace, con el inconveniente de que no nos van a salir más baratas, ni tenemos la garantía de que estén en buen estado.

Del partido del domingo ¿qué decir? Que Asenjo salvó al Aleti de salir goleado y que en el primer gol quizás podía haber hecho algo más, que la creación del juego se la confiamos a Ujfalusi y Assunçao, que cumplieron en lo que no es su tarea, y que los pocos destellos de calidad salieron de las botas de Reyes, pero que no fue suficiente para no sucumbir casi al final. Es que es la misma historia de siempre, la misma cara de tontos de siempre y la misma desilusión que vive con nosotros desde hace años, muchísimos años, demasiados años.

No hay comentarios:

Publicar un comentario